Ciudad del Cabo recibe el nuevo año con unos
espectaculares fuegos artificiales y multitud de turistas extranjeros
dispuestos a disfrutar de la fiesta. Además de las melodías de las bandas
navideñas, los ‘Malay
Choirs’ llenan las calles de ritmos populares con aires de swin, y el sonido de los moppies,
piezas de carácter jocoso similares a las chirigotas, que son parte fundamental
de las tradiciones africanas de fin de año.
Pero la verdadera
celebración en Ciudad del Cabo tiene lugar el 2 de enero. Ese día se celebra el
llamado Tweede Nuwe Jaar, que significa “segundo año nuevo”. ¿Y
por qué en esa fecha? Porque antiguamente ese era el día en que, pasadas las
celebraciones de sus señores, a los esclavos se les permitía por fin descansar y disfrutar de la llegada
del nuevo año.
Hoy gran parte de la
población desciende de aquellos esclavos, y el 2 de enero se ha convertido en
una espectacular fiesta. Desde mediados del siglo XIX es el día de una de las tradiciones africanas más importantes de la zona, el‘Minstrel
Carnival’, una celebración que toma su nombre de los
antiguos espectáculos teatrales y musicales de Estados Unidos, en los que
blancos con la cara pintada imitaban a los negros de forma jocosa. Desde la
abolición de la esclavitud, los negros americanos empezaron también a participar
en estos espectáculos y se convirtieron en un referente en Sudáfrica.
Actualmente es un día de liberación y hermandad, lleno de color. Y miles de
personas de todas las edades acampan en la calle para ver el desfile y
disfrutar de la música.
En Johannesburgo, la última noche del año es una oportunidad
para hacer borrón y cuenta nueva. En el barrio de Hillsboro se toman lo de
empezar de cero bastante en serio, tienen una de las tradiciones africanas más curiosas: durante
la noche de fin de año, tiran literalmente la casa por la ventana, lanzando los muebles y objetos viejos que no desean
conservar en su vida en el nuevo año. Sin duda, es una peculiar manera de
purificarse y atraer a la prosperidad. Aunque la verdadera fiesta de fin de año
se concentra en Newton, el barrio cultural. Esa zona reúne los museos y
restaurantes de moda, y es allí donde se encuentra, también, la enorme estatua
de bronce dedicada a Nelson Mandela.